La Sociedad Jerezana del Vino rinde tributo al genial bodeguero con una cata de las edades de Manzanilla Maruja y Fino Camborio.
La cata que habría hecho él, la que habría elegido Juan Piñero. Es la cata que se celebró el pasado jueves en el Club Nazaret, organizada por la Sociedad Jerezana del Vino, y en homenaje a este empresario brillante y bodeguero de alma y corazón que nos arrebató el Covid el pasado mes de enero.
Ramiro Ibáñez, quien en los comienzos de su fructífera carrera fue fichado por el propio Juan Piñero para su bodega, dirigió una cata en la que los protagonistas exclusivos fueron dos vinos, dos buques insignia de la firma, como son Manzanilla Maruja y Fino Camborio. De Maruja, se dieron a catar las criaderas séptimo y cuarta, la soleray la solera pasada. Mientras que de Camborio se sirvieron la segunda criadera, la solera, la solera amontillado y la solera fino. Así fue como pudimos ir comprobando la evolución de ambos vinos desde que llegan a la bota, prácticamente, hasta que se embotellan. Una deliciosa experiencia con estas dos joyas de la crianza biológica que tenemos en Jerez.
La cata registró un llenazo. Intervinieron al comienzo el presidente del Consejo Regulador del Jerez, César Saldaña, y el que fuera secretario general de Asaja-Cádiz, Cristóbal Cantos, a la sazón cuñado de Juan Piñero. Además, por parte de la Sociedad Jerezana del Vino, intervino su presidente Luis Flor y no faltaron a la cita socios como Isamay Benavente, Casto Sánchez, Inma Peña y Francisco J Becerra, Francis Encinas, Nuño de Juan-Aracil…El presidente del Club Nazaret, Manolo Perdigones, ejerció de anfitrión