Todos hablan de ellos. La chef Camila Ferraro y el sumiller Robert Tetas la están liando. Su restaurante se ha convertido en el acontecimiento gastronómico de Sevilla. Os contamos por qué.








En el sevillano barrio de El Porvenir, en el número 7 de la calle Colombia, se levanta de manera señorial un casa de dos plantas, de fachada con tonos grises y claros (fotos 7 y 9), con elegancia heredada de la Exposición Iberoamericana de 1.929. Ahí está Sobretablas, por si no había ya motivos para querer a Sevilla. Nos espera para demostrarnos por qué no es fácil encontrar una mesa libre. Sus creadores, la cocinera sevillana Camila Ferraro y el sumiller catalán Robert Tetas, se educaron en esto de la alta gastronomía en una de las mejores escuelas del mundo, El Celler de Can Roca, y eso se nota desde que uno pisa el hall de entrada. El restaurante ya lleva implícito en el nombre cierta devoción por los jereces y los vinos generosos en general, se agradece; y en su cocina tiene el foco puesto en los productos y los platos tradicionales de la cultura andaluza y sevillana, aunque con nuevas e interesantes interpretaciones. Camila fue elegida la cocinera revelación en Madrid Fusión 2020. No descubrimos nada si decimos que no les tardará en caer la primera Estrella Michelín.
Restaurante Sobretablas
Aperitivos, entrantes, pescados, carnes y postres. No hay muchas referencias por cada apartado. Pero todas son sugerentes y ponen a funcionar las glándulas salivales. Desde el principio se observan los guiños a la gastronomía local; lo primero que te ponen sobre la mesa es un cuenco de aceitunas (foto2) y en la carta destacan el “Montadito de pringá” (crujiente, elaborado con hojaldre de tocino de cielo, parecido en la estética a un bocado japonés), la “Ensaladilla de mojama” o el “Langostino con chicharrones” (foto8), plato con una fantástica combinación de sabores y texturas. Ya en los entrantes, llama la atención la “Caballa al whisky” o el “Roastbeef de retinto con setas”, pero nos quedamos con el “Huevo a baja temperatura con calamares de campo y gambas de cristal” (fotos 10 y 11). Más que recomendable el resultado cuando mezclas el huevo con las verduras y las gambitas rebozadas. Entre los pescados, atún, urta, bacalao y corvina en distintas elaboraciones y llegados a las carnes, hay donde elegir entre carrillada de toro, arroz caldoso de conejo e, incluso pato a la naranja. Nos decantamos por la “Molleja de ternera con parmentier y encurtidos” (foto 1), que resulta ser un espectáculo. La molleja está cocinada a baja temperatura durante ocho horas y se deshace en la boca acompañada de la patata y una fantástica salsa de encurtidos. Ya en los postres nos llama la atención la “Selección de quesos andaluces”, pero optamos por un “Ice Cream”(foto 16), es decir, un helado de vino cream de Jerez que sirven con higos laminados y alguna otra sorpresa para el paladar. Acierto.
El sumiller, Robert Tetas, que ejerce también de jefe de sala, es insultantemente joven (o, al menos, lo aparenta) pero sus conocimientos y gustos destilan una solera importante. Maridamos cada plato con un vino distinto, dando protagonismo a los jereces, Y así, comenzamos con una Manzanilla Pasada Maruja en Rama (fotos 3 y 5) absolutamente maravillosa. Disfrutamos después de un Fino La Panesa (foto 12) , otra maravilla de la crianza biológica, la levadura y la sapidez, y, a continuación Robert nos dio a probar un amontillado (foto 14) que, según nos contó, encontró casi por casualidad y que custodiaba un señor de unos ochenta años cuyo abuelo compró esas botas. Un tesoro que, en opinión del sumiller, podría tener unos 120 años. Terminamos con un tinto del Priorat, de la villa de Torroja (foto 15), muy de kilómetro cero, de Garnacha y Cariñena, y y verdaderamente interesante. En resumen, se observa un interés y un cariño especial por cuidar la bodega y la presencia de Robert es una garantía para ello. Además, nos consta que la variedad en cuanto a denominaciones de origen y tipologías de vinos es importante.
Muy bueno. Siempre atentos. Buenas y sencillas explicaciones de los platos y los vinos. Servicio joven y muy agradable.
Pasear por el barrio de El Porvenir es especialmente evocador. Una zona de Sevilla preciosa, cerca del parque de Maria Luisa, y con edificaciones espléndidas. La casa donde se ubica Sobretablas tiene dos plantas y un patio cubierto con mucha luz natural y una decoración sobria y acertada. El entorno te hace sentir cómodo.
La dirección es: c/Colombia 7.
9/10.
Pronto tendrá la estrella Michelín. Y el precio no es nada exorbitado. Nuestro almuerzo, bueno en cantidad, y maridado con vinos no llegó a 70 euros por persona.








Estimado Javier:
Muchas gracias por tan bonito reportaje y acercarte a visitarnos a Sobretablas restaurante. Para nosotros es un placer tener clientes que sepan valorar el trabajo que realizamos tanto en sala como en cocina.
Nos llena de orgullo ver como sabéis captar la esencia de nuestra casa y disfrutáis de nuestra gastronomía y nuestros caldos.
Esperamos volverlos a tener de nuevo por Sobretablas.
Saludos
El equipo de Sobretablas Restaurante
Gracias y enhorabuena a vosotros por el buen trabajo que estáis haciendo. Fue un auténtico placer y no cabe duda de que volveremos.
¡Un saludo!